El presidente ruso, Vladímir Putin, rechazó la propuesta de alto al fuego en Ucrania realizada por su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, alegando que el gobierno de Kiev está involucrado en actos terroristas dentro de territorio ruso, como el descarrilamiento de trenes en Briansk y Kursk, que causaron siete muertos y más de un centenar de heridos.
Putin también descartó una reunión directa con Zelenski y calificó al régimen ucraniano de organización terrorista. A pesar de ello, ambos países han acordado intercambiar 500 prisioneros de guerra durante el fin de semana y discutir la devolución de cuerpos de soldados fallecidos.
Por su parte, Zelenski ha insistido en su disposición al diálogo, proponiendo una cumbre supervisada por líderes internacionales, aunque denuncia que las demandas rusas equivalen a un ultimátum. Las negociaciones en Estambul siguen marcadas por desacuerdos fundamentales y una falta de avances sustanciales.