La Universidad de Tokio evalúa ofrecer plazas a estudiantes extranjeros que hayan sido afectados por políticas migratorias restrictivas en Estados Unidos, particularmente el reciente veto anunciado por Donald Trump que impide el ingreso de alumnos internacionales a Harvard.
Esta posible medida solidaria surge tras la ola de indignación generada por el veto, que ha sido criticado por académicos, estudiantes y gobiernos de todo el mundo. El argumento del expresidente se basa en supuestos riesgos a la seguridad nacional, lo que ha sido ampliamente cuestionado.
Tokio se presenta como una alternativa para estudiantes de alto rendimiento que buscan continuar su formación académica en instituciones de prestigio. La universidad japonesa ha manifestado su compromiso con la apertura y la diversidad educativa.