El presidente Donald Trump ordenó una suspensión temporal de las redadas migratorias que se llevaban a cabo en sectores clave de Estados Unidos, tras las crecientes protestas en varias ciudades. La decisión afecta principalmente a estados como California, Illinois y Nueva York.
Según fuentes oficiales, la medida busca “revisar protocolos y evitar confrontaciones”, luego de denuncias por detenciones arbitrarias y uso excesivo de la fuerza por parte de agentes del ICE. Grupos defensores de migrantes celebraron la pausa, pero advierten que no es suficiente.
A pesar de la suspensión, Trump reiteró su postura de “tolerancia cero” ante la migración irregular. Las autoridades migratorias seguirán operando en otras regiones, y se prevé que el Congreso entre al debate sobre una reforma migratoria más amplia en las próximas semanas.