El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, como un “dictador” y advirtió que, si no actúa rápidamente, su país podría desaparecer. Las declaraciones del republicano han generado polémica en el contexto de la guerra entre Ucrania y Rusia, así como en la política estadounidense de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Durante un evento, Trump criticó la gestión de Zelenski y cuestionó el apoyo continuo de Estados Unidos a Ucrania. También reiteró su postura de reducir la ayuda militar y económica al país europeo si regresa a la Casa Blanca, argumentando que Washington no puede seguir financiando un conflicto que, según él, podría haberse evitado con una mejor estrategia diplomática.
Las declaraciones del exmandatario han sido rechazadas por funcionarios ucranianos, quienes defendieron el liderazgo de Zelenski y señalaron que su gobierno sigue luchando por la soberanía y la integridad territorial de Ucrania frente a la invasión rusa. Aliados de Kiev también han criticado la postura de Trump, advirtiendo que un eventual retiro del apoyo estadounidense podría debilitar la resistencia ucraniana.
El expresidente ha mantenido una postura ambigua sobre la guerra, evitando condenar directamente a Rusia y sugiriendo que, de haber estado en el poder, el conflicto no habría ocurrido. Sus palabras han sido interpretadas como un mensaje a su base política, en momentos en que busca consolidar su candidatura rumbo a las elecciones presidenciales.
