El presidente Donald Trump reafirmó su intención de intensificar las redadas migratorias si regresa a la Casa Blanca, apuntando especialmente a ciudades gobernadas por demócratas. En un mitin reciente, advirtió que se enfocará en “ciudades santuario” como Los Ángeles, Chicago y Nueva York.
Trump señaló que los operativos incluirán apoyo de la Guardia Nacional y se enfocarán en “remover a millones de migrantes ilegales del país”. La declaración encendió nuevamente la alarma entre organizaciones defensoras de derechos humanos y líderes locales.
Las declaraciones del republicano se producen en medio de una campaña electoral marcada por la polarización y los temas migratorios como eje central. Diversos sectores han denunciado que este tipo de discursos criminalizan a las comunidades migrantes y aumentan el clima de tensión social.