El Tribunal Supremo Federal de Brasil ha decidido, por unanimidad, abrir un proceso penal contra el expresidente Jair Bolsonaro y otros siete acusados por presuntamente liderar un intento de golpe de Estado tras su derrota en las elecciones de 2022. Bolsonaro enfrenta acusaciones de abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe y organización criminal, delitos que podrían acarrear penas de hasta 43 años de prisión. La decisión se basa en pruebas presentadas por la Fiscalía y la colaboración de su exsecretario personal, el teniente coronel Mauro Cid.
El juicio será llevado a cabo por cinco jueces del Tribunal Supremo, conocidos por su postura progresista y su firmeza en la defensa del orden democrático. Entre ellos se encuentra Cristiano Zanin, quien previamente defendió al actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva en procesos judiciales anteriores. La composición del tribunal ha generado expectativas sobre la imparcialidad y profundidad del proceso judicial.
En respuesta a las acusaciones, Bolsonaro ha negado su implicación en el intento de golpe y ha calificado las acciones judiciales como una persecución política destinada a impedir su participación en las elecciones de 2026. El expresidente también ha criticado la rapidez del proceso judicial, sugiriendo que tiene motivaciones políticas. El juicio se llevará a cabo antes de las elecciones presidenciales de 2026, con el objetivo de minimizar su impacto en la campaña electoral.