En una elección histórica y altamente disputada, la jueza liberal Susan Crawford ha sido elegida para la Corte Suprema de Wisconsin, derrotando al candidato conservador Brad Schimel, quien contaba con el respaldo financiero significativo del magnate Elon Musk. Esta victoria asegura una mayoría liberal de 4-3 en el tribunal durante los próximos tres años.
La campaña estuvo marcada por un gasto sin precedentes, convirtiéndose en la contienda judicial más cara en la historia de Estados Unidos, con un total de casi 100 millones de dólares invertidos. Musk, en particular, aportó más de 25 millones de dólares en apoyo a Schimel, lo que generó críticas sobre la influencia del dinero en la política y llevó a Crawford a afirmar que “la justicia no está en venta”.
La elección de Crawford podría tener implicaciones significativas en temas clave como los derechos reproductivos y las leyes electorales en Wisconsin. Su trayectoria incluye la defensa de los derechos laborales y reproductivos, así como la oposición a leyes que restringen el derecho al voto