Claudia Sheinbaum, presidenta de México, firmó un decreto en el que prohíbe la siembra de maíz transgénico en el país.
La medida, que se incorporó al artículo 4 de la Constitución, establece que los cultivos de maíz deben ser libres de modificaciones genéticas, como las transgénicas, debido a la importancia cultural y alimentaria de esta especie para los mexicanos.
El decreto, que surge a pesar de un fallo en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que cuestiona la prohibición, también destaca la prioridad de proteger la biodiversidad, la soberanía alimentaria y los cultivos tradicionales.
A través de esta reforma, el gobierno mexicano refuerza su compromiso con la preservación de la identidad cultural y el patrimonio biocultural del país.