La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, subrayó la importancia de los mexicanos tanto para la economía de Estados Unidos como para la nacional, y aseguró que su Gobierno protegerá a la comunidad migrante ante el inicio del nuevo mandato de Donald Trump este lunes.
En un discurso desde Puebla, Sheinbaum informó que en 2024 los migrantes mexicanos enviaron un récord de 65.000 millones de dólares en remesas, equivalentes a 1,3 billones de pesos, lo que representa cerca del 4 % del PIB nacional.
“Eso (las remesas que envían connacionales mexicanos desde Estados Unidos) es solo el 20 % de lo que ellos ganan. El otro 80 % se queda en Estados Unidos, se ahorra y se gasta, y todos pagan impuestos. El pueblo de México es trabajador”, afirmó Sheinbaum.
La presidenta también defendió la contribución de los mexicanos en sectores clave de la economía estadounidense, como la agricultura, la construcción y los servicios. Frente a las anunciadas deportaciones masivas de Trump, enfatizó: “Fíjense, ocho de cada 10 trabajadores del campo en Estados Unidos son de origen mexicano. ¿A poco tendrían comida en la mesa los estadounidenses si no fuera por las mexicanas y los mexicanos?”.
En su mensaje, Sheinbaum anunció que los consulados mexicanos reforzarán su capacidad jurídica con más abogados para proteger a los connacionales y aseguró que quienes decidan regresar serán bienvenidos “con los brazos abiertos”. Además, destacó que el trabajo y los valores del pueblo mexicano son fundamentales para las relaciones bilaterales.
Con un tono optimista, reafirmó el compromiso de su Gobierno de defender la soberanía y los derechos de los mexicanos. “México no es colonia de nadie, no es protectorado de nadie. México es un país libre, independiente y soberano”, declaró enfáticamente.
Sheinbaum también expresó su disposición al diálogo con la nueva Administración estadounidense, buscando un entendimiento similar al logrado por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Por último, destacó los valores familiares como una fortaleza del pueblo mexicano para enfrentar problemas como el fentanilo, un tema que abordó en conversaciones con Trump, resaltando los esfuerzos de su Gobierno en campañas preventivas para evitar el consumo de drogas entre jóvenes.