La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, acusó a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum de alentar los disturbios durante las protestas por redadas migratorias en Los Ángeles, calificando sus declaraciones como incitaciones a “protestas violentas”. Noem expuso su postura desde el Despacho Oval, respaldada por el presidente Trump.
Sheinbaum respondió de inmediato, rechazando de manera tajante las acusaciones, las calificó como “absolutamente falsas” y remarcó que siempre ha abogado por protestas pacíficas y contra la violencia. En su mensaje, la mandataria mexicana insistió en que México respeta el estado de derecho y nunca ha promovido actos violentos.
El episodio ocurre en un momento delicado entre ambos países, justo antes de la cumbre del G‑7, y pone en primer plano asuntos críticos como migración, seguridad y comercio. La tensión destaca la sensibilidad del tema migratorio y la importancia de mantener canales diplomáticos abiertos para evitar que este tipo de disputas escalen