La severa sequía que afecta a Chihuahua ha generado una crisis sin precedentes en el sector agropecuario. Productores del norte del estado expresan su preocupación, calificando la situación como una de las más graves que han experimentado.
Javier Meléndez Cardona, agricultor de Samalayuca, señaló que las precipitaciones del año anterior fueron nulas y que las nevadas invernales no han sido suficientes para recargar los mantos acuíferos. Esta escasez de agua compromete seriamente el ciclo agrícola primavera-verano, afectando cultivos esenciales y elevando los costos de producción.
La falta de agua en las presas ha llevado al Distrito de Riego 05 en Delicias a suspender el suministro para este ciclo agrícola. Esta situación incrementa los costos para los productores, quienes se ven obligados a extraer agua subterránea a precios elevados, lo que podría encarecer los productos para los consumidores.
El sector ganadero también enfrenta desafíos significativos. Muchos productores han tenido que vender parte de su ganado para alimentar al resto, debido a la escasez de pastizales y agua. Esta práctica, aunque necesaria, afecta la viabilidad económica de las explotaciones ganaderas y podría tener repercusiones en el mercado local.
La ausencia de apoyos gubernamentales adecuados agrava aún más la situación. Los agricultores lamentan la falta de programas de apoyo que les permitan adquirir insumos y enfrentar los efectos de la sequía. La carencia de estos recursos pone en riesgo la seguridad alimentaria y la economía de la región.
La gravedad de la sequía ha llevado a las autoridades estatales a declarar una emergencia, pero los recursos disponibles son insuficientes para mitigar los efectos en el campo. Es crucial que se implementen medidas urgentes y efectivas para apoyar a los productores y garantizar la estabilidad agroalimentaria en Chihuahua.
