Rusia y Ucrania celebraron en Estambul su primera reunión directa en más de tres años, con el objetivo de negociar un alto el fuego. Sin embargo, el encuentro duró menos de dos horas y no se lograron avances sustanciales. Ucrania rechazó las demandas rusas de retirar sus tropas de las regiones anexionadas por Moscú, calificándolas de “no constructivas” y “alejadas de la realidad”.
A pesar de las diferencias, ambas partes acordaron un intercambio de mil prisioneros de cada lado, lo que representa el mayor canje desde el inicio del conflicto. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, instó a imponer sanciones severas si Rusia se niega a un alto el fuego total e incondicional.
Líderes europeos reunidos en Albania reafirmaron su respaldo a Ucrania y anunciaron nuevas sanciones centradas en energía y bancos rusos, señalando que las ambiciones del Kremlin desestabilizan el orden mundial.
