Rusia ha expresado su oposición al plan de paz propuesto por Francia y el Reino Unido, que incluye una tregua parcial y el posible despliegue de tropas de paz en Ucrania. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que tal despliegue sería interpretado como una participación directa de la OTAN en el conflicto, lo que Moscú no puede aceptar.
Además, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que financiar al ejército ucraniano no constituye una estrategia de paz, sino que podría prolongar las hostilidades. Peskov enfatizó que, mientras Ucrania no busque la paz, los esfuerzos de Estados Unidos y Rusia no serán suficientes para resolver la crisis.
En respuesta a estas iniciativas europeas, Rusia ha criticado la propuesta de desplegar una “misión de paz” en Ucrania, calificándola de peligrosa y como un incentivo para que Kiev inicie una guerra contra Moscú. Lavrov subrayó que tales acciones podrían incitar a Ucrania a intensificar el conflicto.
Estos desarrollos reflejan las crecientes tensiones entre Rusia y las naciones europeas involucradas en el conflicto ucraniano, con Moscú rechazando firmemente cualquier intervención militar extranjera en Ucrania.
