Con un retraso de tres horas, el primer día del alto el fuego en la Franja de Gaza culminó con la liberación de tres rehenes israelíes y 90 prisioneros palestinos, principalmente mujeres y niños. Las rehenes israelíes, Emily Damari, Doron Steinbrecher y Romi Gonen, fueron entregadas en Gaza por las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás, a la Cruz Roja, que las trasladó al Ejército israelí. Posteriormente, recibieron atención médica preliminar en la frontera y fueron llevadas al hospital Sheba de Tel Aviv para reunirse con sus familias.
El intercambio incluyó la liberación de 90 prisioneros palestinos detenidos en cárceles israelíes, como parte de un acuerdo que contempla 42 días de tregua. Durante esta primera fase, se liberarán 33 secuestrados israelíes –priorizando a niños, mujeres y ancianos– a cambio de más de 1,900 prisioneros palestinos. Las negociaciones buscan extender la tregua y sentar las bases para el fin del conflicto.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró el regreso de las rehenes y prometió seguir trabajando para liberar a los cautivos restantes. El Foro de Familias de los Rehenes calificó la liberación como “un momento de esperanza y triunfo del espíritu humano”. Sin embargo, 91 cautivos del 7 de octubre permanecen retenidos en Gaza, además de tres secuestrados desde 2014, incluido un soldado confirmado muerto.
Mientras tanto, el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, advirtió sobre la posibilidad de reanudar los combates y destacó que más de 3,000 milicianos de Hamás han muerto durante la ofensiva en el norte de Gaza desde octubre.