El presidente de Colombia, Gustavo Petro, declaró este viernes el “estado de conmoción” en el noreste del país, específicamente en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, tras una escalada de violencia que ha dejado al menos 80 muertos y desplazado a 36,000 personas. Esta medida le otorga facultades extraordinarias para restaurar el orden público, incluyendo la posibilidad de restringir derechos como la libre circulación e imponer toques de queda.
Esta figura jurídica, inédita en más de una década, tendrá una vigencia inicial de 90 días y puede ser prorrogada dos veces. El decreto detalla que el estado de conmoción aplica únicamente al Catatumbo y no a todo el territorio nacional.
La crisis surge de enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las extintas FARC que no se acogió al acuerdo de paz de 2016. El gobierno atribuye la violencia principalmente al ELN, lo que llevó al presidente Petro a suspender la mesa de negociación con esta guerrilla la semana pasada. Además, la Fiscalía reactivó órdenes de aprehensión contra 31 líderes y voceros guerrilleros.
El “estado de conmoción” busca contener los efectos de los enfrentamientos, que han generado un impacto humanitario grave en la región, agravando la ya tensa situación en la frontera colombo-venezolana.