El Pentágono, a través del secretario de Estado Marco Rubio, negó cualquier participación o asistencia militar de Estados Unidos en el ataque israelí contra Irán. Afirmó que EE. UU. no cooperó en planificación ni ejecución, y recalcó que su prioridad es proteger a sus fuerzas en la región.
El presidente Trump, sin embargo, advirtió que habrá represalias si Irán ataca objetivos estadounidenses, lo que subraya la distensión entre la acción unilateral israelí y la estrategia estadounidense.
Esta declaración potencia la tensión diplomática, pues Estados Unidos mantiene negociaciones nucleares con Irán mientras Israel actúa por su cuenta, complicando aún más el panorama regional .