Pakistán elevó a tres el número de personas fallecidas y a doce los heridos tras un bombardeo atribuido a fuerzas indias en la región fronteriza de Cachemira. El incidente ocurrió en medio de crecientes tensiones entre ambos países, que han mantenido disputas históricas por este territorio.
Las autoridades paquistaníes denunciaron que el ataque afectó a poblaciones civiles, lo que consideran una violación al derecho internacional. En respuesta, el gobierno llamó a consultas a representantes diplomáticos y advirtió sobre posibles represalias.
India, por su parte, no ha emitido una declaración oficial, pero medios locales apuntan a que se trató de una acción contra presuntos militantes. La comunidad internacional ha expresado preocupación ante la posibilidad de una escalada en el conflicto.