La agencia Moody’s ha rebajado la calificación crediticia de Estados Unidos de “Aaa” a “Aa1”, citando el incremento de la deuda gubernamental y los crecientes costos de intereses en la última década. Aunque la perspectiva se ha mejorado de “negativa” a “estable”, Moody’s advierte que las propuestas actuales no reducirán significativamente el gasto obligatorio ni los déficits, y prevé un deterioro fiscal en comparación con otras deudas soberanas de alta calificación .
La agencia señala que las sucesivas administraciones y el Congreso de EE.UU. no han logrado acordar medidas para revertir la tendencia de grandes déficits fiscales anuales y crecientes costos de interés. Moody’s estima que, si se extiende la Ley de Recortes de Impuestos y Empleo de 2017, se añadirán aproximadamente 4 billones de dólares al déficit fiscal federal primario en la próxima década, excluyendo pagos de intereses.
A pesar de la rebaja, Moody’s destaca las fortalezas crediticias excepcionales de EE.UU., como el tamaño, la resiliencia y el dinamismo de su economía, así como el papel del dólar estadounidense como moneda de reserva global. La agencia confía en una Reserva Federal independiente y efectiva, aunque advierte que un deterioro adicional en la eficacia de las políticas o en la fortaleza institucional podría llevar a nuevas rebajas en el futuro.