El 6 de marzo de 2025, en el distrito de Nueva Prosperina, en las afueras de Guayaquil, Ecuador, se registró una masacre que dejó al menos 22 muertos y tres heridos. La Policía Nacional atribuye este ataque a un conflicto entre dos facciones de la banda criminal Los Tiguerones, que disputan el control de diferentes zonas de la ciudad.
Un grupo de aproximadamente 20 hombres armados atacó viviendas en la barriada de Socio Vivienda 2, matando a 19 personas. Los atacantes descendieron por las laderas montañosas que rodean la zona para eludir los controles militares en el acceso principal. Entre las víctimas y heridos, varios tenían antecedentes por delitos como robo, tráfico de drogas y posesión de armas.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, calificó la situación de “barbaridad” y señaló que “al menos 20 sicarios, armados con fusiles y pistolas de 9 milímetros, recorrieron las calles ejecutando a sangre fría”. Destacó que “Nueva Prosperina es un campo de batalla, dejando en la mitad a vecinos indefensos, que hoy viven con miedo”. Además, mencionó que en lo que va del año, se han registrado 180 muertes violentas en este distrito.
Este incidente resalta el creciente problema de violencia en Ecuador, atribuible al auge del crimen organizado. A inicios de 2024, el presidente Daniel Noboa declaró la “guerra” al crimen organizado y catalogó a las bandas criminales como organizaciones “terroristas”. Sin embargo, la violencia continúa en aumento, afectando especialmente a ciudades como Guayaquil.