Desde su apertura al público, más de 70 mil fieles han acudido a la tumba del papa Francisco en la basílica de Santa María la Mayor en Roma. Tan solo en el primer día se registraron cerca de 60 mil visitas, cifra que continuó creciendo durante la mañana siguiente.
La plaza del Esquilino fue cercada con vallas para controlar el flujo de visitantes. Autoridades organizaron el acceso para que los asistentes pudieran rendir homenaje de forma ordenada y segura en el histórico recinto.
El sepulcro de Francisco, hecho de mármol de Liguria, lleva grabado simplemente “Franciscus”. Más de 110 cardenales participaron en ceremonias religiosas en el lugar tras su funeral.