El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, viajó por quinta vez a Washington para sostener negociaciones comerciales con el gobierno de Estados Unidos. Esta visita tiene como objetivo principal evitar la implementación de aranceles del 25 % a las exportaciones mexicanas, programados para entrar en vigor el 2 de abril. Ebrard se reunirá con el secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, y con el titular de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR), Jamieson Greer, para buscar una solución que beneficie a ambas naciones.
La preocupación principal radica en que estos aranceles afectarían significativamente la industria automotriz, un sector clave en la economía mexicana. México exporta anualmente más de un millón de vehículos a EE. UU., fabricados en su mayoría por armadoras estadounidenses establecidas en territorio mexicano. La imposición de aranceles podría alterar las cadenas de suministro y afectar la competitividad de las empresas involucradas.
Además, el gobierno mexicano está evaluando medidas para fortalecer la industria nacional y mitigar los posibles impactos negativos de estas tarifas. La presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado su intención de esperar hasta el 2 de abril para tomar una decisión definitiva sobre la imposición de aranceles recíprocos al acero y al aluminio, en respuesta a las medidas anunciadas por EE. UU.