El 29 de marzo de 2025, grupos de manifestantes se congregaron frente a concesionarios de Tesla en el Reino Unido como parte de un “día de acción global” denominado “Tesla Takedown”. Las protestas, que también se llevaron a cabo en ciudades como Manchester, Leeds, Bristol, Belfast y Edimburgo, buscan presionar a Elon Musk debido a su papel en la administración del presidente Donald Trump y sus controvertidas políticas como responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
En Londres, decenas de personas se concentraron en los alrededores del edificio de Tesla en Park Royal, portando pancartas con mensajes como “Tesla financia a fascistas” y “Musk está destrozando la democracia”. La campaña insta a la población a dejar de comprar vehículos Tesla y a desprenderse de acciones de la empresa, argumentando que Musk utiliza su fortuna para socavar la democracia a nivel mundial.
A nivel internacional, las protestas se replicaron en más de 200 ubicaciones, incluyendo ciudades de Estados Unidos, Canadá y Europa. Los manifestantes expresan su preocupación por la influencia de Musk en la política y su apoyo a movimientos de extrema derecha. Aunque la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, se reportaron algunos actos de vandalismo y tensiones en ciertas localidades.
