El 13 de mayo de 2025, un grupo de madres buscadoras, lideradas por la activista Ceci Flores, ocuparon las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la Ciudad de México. Su objetivo era exigir una audiencia con Rosario Piedra Ibarra, presidenta del organismo, para abordar la falta de atención a las víctimas de desapariciones.
Flores denunció en redes sociales que la CNDH no solo ignora el dolor de las víctimas, sino que también justifica su sufrimiento. Además, acusó a la institución de coordinar acciones legales en contra de las propias víctimas. Ante la negativa de ser recibidas, las activistas advirtieron que podrían bloquear el Periférico si no se les concedía una audiencia pública.
La CNDH respondió que nunca se le prohibió el acceso a Flores, sino que se activaron protocolos de seguridad debido a que la activista supuestamente amenazó con tomar el edificio. Este incidente refleja la creciente tensión entre colectivos de búsqueda y las instituciones encargadas de proteger los derechos humanos en México.