El Super Bowl LIX no solo fue testigo del dominio absoluto de los Philadelphia Eagles sobre los Kansas City Chiefs, sino también de un espectáculo de medio tiempo inolvidable a cargo de Kendrick Lamar. El rapero angelino, ganador del Premio Pulitzer y 22 premios Grammy, ofreció una actuación electrizante en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, acompañado por invitados de lujo como SZA, Samuel L. Jackson y la extenista Serena Williams.
La anticipación era alta, y Lamar no decepcionó. Pocos minutos después de las 19:30 horas (tiempo del centro de México), Samuel L. Jackson, caracterizado como el Tío Sam, apareció en el escenario para presentar al rapero con un mensaje contundente: “¡Saludos! América quiere que juguemos”. Acto seguido, Kendrick irrumpió con “GNX” y “Squabble Up”, acompañado de un ejército de bailarines vestidos de rojo, blanco y azul.
El setlist incluyó himnos como “HUMBLE.”, “DNA.” y “Euphoria”, que hicieron vibrar a los más de 70 mil asistentes en la casa de los Saints. Pero uno de los momentos más esperados fue la participación de SZA, quien apareció en el escenario para interpretar “Luther” y “All the Stars”. Serena Williams sorprendió a todos al sumarse al show, bailando con energía en medio del espectáculo.
Sin embargo, lo más comentado del evento fue la decisión de Lamar de cerrar su presentación con “Not Like Us”, el himno de Los Ángeles que se convirtió en el centro de su polémica con Drake. Antes de interpretarla, Lamar lanzó una indirecta clara: “Quiero tocar su canción favorita, pero ya saben que les encanta demandar”, en alusión a la batalla legal entre Drake y Universal Music Group por difamación. A pesar de la controversia, el rapero decidió cantar la canción, aunque eliminando la palabra “pedófilos” de la letra.
El impacto de la actuación de Lamar no pasó desapercibido en redes sociales, donde fans y críticos destacaron la crudeza y fuerza del show. Con un despliegue de luces impresionante y un mensaje poderoso sobre la cultura y la identidad afroamericana, el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LIX se convirtió en uno de los más memorables en la historia del evento.
