El 29 de enero de 2025, una tragedia aérea en Washington D.C. cobró la vida de 67 personas: 64 ocupantes de un avión regional y 3 tripulantes de un helicóptero militar Black Hawk. La colisión ocurrió cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, en momentos en que el avión de American Airlines se preparaba para aterrizar. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos ha iniciado una investigación para determinar las causas del accidente.
Según los datos preliminares, se han identificado discrepancias en las lecturas de altitud de ambas aeronaves en el momento del impacto. El registrador de vuelo del avión de American Airlines indicó una altitud de aproximadamente 99 metros (325 pies), mientras que los registros de la torre de control mostraron que el helicóptero Black Hawk se encontraba a 61 metros (200 pies). Esta diferencia de alrededor de 30 metros (100 pies) aún no ha sido explicada.
La presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, ha señalado que es posible que la tripulación del helicóptero haya recibido datos erróneos sobre su altitud, lo que podría haber influido en la colisión. Además, se ha considerado que la tripulación del helicóptero podría haber estado utilizando gafas de visión nocturna durante el vuelo, lo que podría haber afectado su percepción visual en condiciones de poca luz.
La NTSB continúa con la investigación, realizando controles de visibilidad y analizando los datos de las cajas negras de ambas aeronaves para esclarecer las circunstancias que llevaron a este trágico accidente. Aunque aún queda trabajo por hacer, las autoridades están comprometidas en determinar las causas exactas y en implementar medidas para prevenir incidentes similares en el futuro.
