Los incendios forestales que azotan el condado de Los Ángeles, California, han causado la muerte de al menos 10 personas y arrasado con más de 10 mil estructuras. Los bomberos trabajan incansablemente para contener las llamas, a pesar del agotamiento extremo y los fuertes vientos que complican las labores.
Kristin Krowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, calificó la situación como inédita en sus 25 años de carrera y destacó la dedicación de su equipo, asegurando que “nunca se rendirán”.
Uno de los incendios más devastadores, en Palisades, ha destruido más de 5 mil viviendas en una zona acaudalada. Mientras tanto, las autoridades confirmaron que el incendio Eaton, en Altadena, ha causado otras cinco muertes.
Aunque algunos focos han sido parcialmente contenidos, como el incendio Sunset, que amenazaba el Paseo de la Fama de Hollywood, nuevos siniestros como el incendio Kenneth, que ya ha quemado 388 hectáreas cerca de la frontera con Ventura, han llevado a nuevas evacuaciones obligatorias.
El Departamento de Policía de Los Ángeles informó que el incendio Kenneth está siendo investigado como un caso de incendio provocado y confirmó la detención de un sospechoso.
Además de combatir las llamas, las autoridades enfrentan saqueos en las zonas evacuadas. Hasta ahora, 20 personas han sido detenidas por robo, y se ha implementado un toque de queda desde las 18:00 h hasta las 6:00 h para evitar nuevos incidentes.
Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, aseguró que habrá “tolerancia cero” ante los saqueos y confirmó que 400 miembros de la Guardia Nacional serán desplegados para proteger las infraestructuras.
El presidente Biden también anunció que el gobierno federal cubrirá por completo los costos de las acciones para combatir los incendios, ofreciendo un alivio financiero al estado de California en esta crisis.