En Oxnard, condado de Ventura, agentes del ICE y CBP efectuaron redadas en tierras agrícolas que provocaron escenas tensas de campesinos corriendo por los campos para evadir arrestos. La campaña incluyó vehículos sin distintivos y detenciones, algunas efectuadas también con apoyo del FBI, aunque aún no se conoce el número exacto de personas arrestadas.
Trabajadores y defensores de sus derechos calificaron el operativo de “injusto”, señalando que no se presentaron órdenes de arresto y que el perfil de los detenidos era el de campesinos “no criminales” que hablan español. El alcalde de Oxnard también criticó el uso de la fuerza en un contexto agrícola, afirmando que estos operativos generan pánico en comunidades ya vulnerables.
Las redadas en zonas rurales evidencian que el enfoque migratorio federal se está expandiendo más allá de las ciudades grandes, impactando directamente en la cadena de producción alimentaria. Representantes de organizaciones agrícolas han advertido sobre el efecto negativo