La reciente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a importaciones de México, Canadá y China ha generado volatilidad en los mercados financieros y preocupa por su posible efecto inflacionario. Tras la aplicación de aranceles del 25% a bienes de México y Canadá, y del 20% a productos chinos, los mercados reaccionaron negativamente.
El presidente Donald Trump justificó estas medidas como respuesta a la falta de acción de estos países para frenar el tráfico de fentanilo. Sin embargo, analistas advierten que tales políticas podrían conducir a un aumento de precios para los consumidores y ejercer presión sobre la economía estadounidense.
En respuesta, México y Canadá han anunciado represalias, incluyendo aranceles a productos estadounidenses, lo que incrementa la incertidumbre económica. Además, se prevé que estas acciones puedan provocar recesiones y pérdidas significativas de empleo en sectores clave como el automotriz y el agrícola en ambos países.
La inflación, que había mostrado señales de control tras los aumentos de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, podría verse afectada por estas nuevas políticas comerciales. Algunos analistas recuerdan el concepto de “trumpflation”, que describe el aumento de la inflación asociado a medidas proteccionistas implementadas durante el primer mandato de Trump.
En resumen, la guerra comercial emprendida por Estados Unidos introduce elementos de incertidumbre que podrían impactar negativamente en la inflación y en la estabilidad de los mercados financieros globales.