El gobierno de Guatemala ha incrementado su presencia militar en la frontera con México mediante el despliegue de la unidad de élite Kaibil, con el objetivo de combatir el narcotráfico y el paso ilegal de migrantes hacia Estados Unidos.
Esta operación, denominada “Cinturón de Fuego”, implica la movilización de fuerzas aéreas, terrestres y marítimas en los departamentos de San Marcos, Huehuetenango y Petén, en el extremo oeste del país. La medida busca frenar las actividades de grupos delictivos y garantizar la seguridad en las zonas fronterizas.
El despliegue de los Kaibiles ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de derechos humanos debido a su historial de brutalidad y su implicación en masacres durante la guerra civil guatemalteca. Además, aunque el presidente Bernardo Arévalo ha defendido el derecho a migrar, el uso de métodos tan extremos parece contradictorio con sus declaraciones.