El gobierno de Donald Trump ha reanudado la construcción del muro fronterizo en la zona limítrofe con Tijuana, Baja California, después de que las obras estuvieran suspendidas por casi ocho meses bajo la administración del presidente Joe Biden. Desde el 20 de enero, día en que Trump asumió su segundo mandato, trabajadores de la construcción han sido observados en la zona de la playa, donde el muro desemboca en el océano Pacífico.
El activista Daniel Watman, director de programas del Parque de la Amistad en Tijuana, ha seguido de cerca las obras y destacó la llegada de los trabajadores a la zona desde la mañana del 20 de enero. “Lo que no sabemos es de dónde sacaron los fondos, porque decían las autoridades que no había fondos para ello”, expresó.
La reconstrucción del muro es parte de un plan de acción y contención de migrantes impulsado por Trump para evitar el ingreso de indocumentados a Estados Unidos. Watman considera que el expresidente estadounidense emplea una retórica divisiva que busca enfurecer a la gente, promoviendo la construcción de más muros y la militarización, pero enfatiza que este proceso beneficia a una industria que genera grandes ganancias sin realmente ofrecer protección.
El Parque de la Amistad, creado en 1971 por la entonces primera dama Pat Nixon en el límite fronterizo, ha sido un símbolo de unidad entre ambas naciones. Este espacio, utilizado para reunificaciones familiares, ha estado cerrado del lado estadounidense desde la pandemia de 2020, sin acceso público.
Con la reanudación de la construcción del muro, el futuro del parque es incierto. Watman expresó preocupación por el posible impacto de las políticas de Trump en este símbolo de colaboración. “Con la llegada de Trump, no sabemos cuál va a ser el futuro de este parque, ya que hasta ahora no hemos tenido contacto con nadie de la nueva administración”, comentó.
En la administración de Biden, se había prometido abrir una puerta en el segundo muro para permitir encuentros familiares de manera restringida, pero Watman tiene dudas de que esto se cumpla con el nuevo enfoque de Trump, especialmente dada la retórica del expresidente que descalifica a los residentes del lado mexicano de la frontera.