El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, y el nuevo presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Jorge Esteve, coincidieron en la necesidad urgente de regular la comercialización del maíz en México para garantizar la estabilidad del sector agroalimentario y fortalecer la seguridad alimentaria del país. Durante el relevo del liderazgo en el CNA, Berdegué advirtió que el mercado del maíz ha sido “históricamente conflictivo y desordenado”, lo que ha generado incertidumbre para productores y consumidores.
La falta de regulación en la comercialización del maíz ha afectado tanto a productores como a consumidores, generando fluctuaciones de precios y dificultades en la planificación de la producción y el consumo. La implementación de un marco regulatorio adecuado podría proporcionar mayor estabilidad y previsibilidad en el mercado, beneficiando a todos los actores involucrados.
Además de la regulación del mercado, México enfrenta desafíos relacionados con la importación de maíz transgénico. Recientemente, el país retiró la prohibición de importar maíz transgénico y el uso del glifosato, siguiendo la resolución del Panel de Solución de Controversias del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). Esta decisión busca evitar represalias comerciales, aunque podría afectar el abasto de maíz y causar presiones inflacionarias.
La controversia sobre el maíz transgénico ha subrayado la intersección entre comercio internacional, soberanía alimentaria y biodiversidad. México ha priorizado la salud, el medio ambiente y la protección de su patrimonio biocultural, argumentando que las restricciones a la importación de maíz transgénico y glifosato son necesarias para preservar la biodiversidad y la seguridad alimentaria nacional.
En este contexto, la regulación de la comercialización del maíz se presenta como una medida clave para enfrentar los desafíos actuales y futuros del sector agroalimentario mexicano, promoviendo la autosuficiencia y la sostenibilidad en la producción y consumo de este grano esencial.