El Gobierno de Estados Unidos, mediante una orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump, hizo oficial el cambio de nombre del Golfo de México, que ahora será denominado como “Golfo de América”. Además, el Monte Denali, en Alaska, recuperará su nombre previo de “Monte McKinley”.
El Departamento del Interior anunció los cambios a través de un comunicado, destacando que estas modificaciones forman parte de un esfuerzo por “preservar el legado y patrimonio extraordinarios de los Estados Unidos”.
“El Golfo de América, antes conocido como Golfo de México, es uno de los recursos más importantes de la historia y la economía de Estados Unidos. Con una costa que abarca más de 2,700 kilómetros y cerca de 65 millones de hectáreas, ha sido una arteria clave para el comercio, la producción de energía y las industrias marítimas del país”, subrayó el boletín.
Según las declaraciones, estas restauraciones de nombres buscan honrar la grandeza y el legado histórico de la nación, asegurando que las generaciones futuras reconozcan a los “héroes” y bienes históricos de Estados Unidos.
La decisión ha generado diversas reacciones tanto a nivel nacional como internacional, dado el impacto simbólico y cultural que implica el renombramiento de estas ubicaciones emblemáticas.