El féretro del expresidente Jimmy Carter (1977-1981), quien falleció el pasado 29 de diciembre a los 100 años, fue trasladado desde el Capitolio de Estados Unidos, donde se instaló una capilla ardiente, hasta la Catedral Nacional de Washington, donde se celebrará el funeral de Estado.
El ataúd, cubierto con una bandera de EE.UU., fue portado por miembros del Ejército, quienes le rindieron homenaje con una salva de cañonazos al salir del edificio del Congreso. El féretro estuvo escoltado en su recorrido hasta el coche fúnebre por tropas armadas y su familia, que lo esperó al pie de las escaleras principales.
Desde el Congreso, el expresidente será llevado a la Catedral Nacional de Washington, donde el funeral está programado para iniciar a las 10:00 h (hora local). Se espera la asistencia de todos los expresidentes vivos, incluido el presidente electo Donald Trump, quien el miércoles visitó la capilla ardiente en la Rotonda del Congreso para rendir homenaje a Carter.
Tras la misa, que tendrá una duración aproximada de una hora, el féretro será trasladado a la base aérea Andrews, en Maryland, para su vuelo a Georgia, estado natal de Carter.
Al llegar a Plains (Georgia), su pueblo natal, se realizará una misa privada en una iglesia bautista. Después, será escoltado junto a su familia hasta su residencia para una ceremonia de entierro privada. Según su voluntad, Carter será sepultado junto a su esposa, Rosalynn, en su tierra natal, en lugar del cementerio de Arlington, Virginia.