El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado su decisión de imponer aranceles del 25% a las exportaciones de México y Canadá, programados para entrar en vigor el 4 de marzo. Esta medida busca presionar a ambos países a intensificar sus esfuerzos en la lucha contra el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
El secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, declaró que, a pesar de los esfuerzos de México y Canadá en sus fronteras, el flujo de fentanilo continúa siendo un problema grave. Lutnick enfatizó que “el martes habrá aranceles para México y Canadá”, y que el presidente Trump está evaluando las acciones específicas a seguir.
Esta decisión se produce después de que, a principios de febrero, Trump firmara la imposición de estos aranceles en represalia por el tráfico de fentanilo, aunque inicialmente pospuso su implementación para dar tiempo a México y Canadá de reforzar sus controles fronterizos. A pesar de los esfuerzos adicionales, como la reciente extradición de 29 capos del narcotráfico por parte de México, la administración Trump mantiene su postura, argumentando que el fentanilo sigue ingresando al país a niveles inaceptables.
La imposición de estos aranceles ha generado preocupación sobre sus posibles efectos en las economías de los países involucrados y en las relaciones comerciales trilaterales. Se teme que puedan afectar el comercio y aumentar los precios de los productos afectados.