El expresidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue arrestado el 10 de marzo de 2025 en el Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino de Manila, tras regresar de Hong Kong. La detención se llevó a cabo por una orden emitida por la Corte Penal Internacional (CPI), que lo acusa de crímenes contra la humanidad relacionados con su polémica campaña antidrogas durante su mandato (2016-2022).
Duterte, de 79 años, fue detenido después de que la oficina de Interpol en Manila recibiera la notificación oficial de la CPI. Según el comunicado de la oficina presidencial, el expresidente se encuentra en buen estado de salud y fue evaluado por un equipo médico tras su arresto. La noticia ha generado diversas reacciones:
- Apoyo y críticas internas: Mientras algunos sectores respaldan las acciones de Duterte, otros critican su política antidrogas, que resultó en miles de muertes.
- Posición del gobierno actual: El presidente Ferdinand Marcos Jr. ha expresado su disposición a cooperar con la CPI, a pesar de que Filipinas se retiró del tribunal en 2019.
Durante su presidencia, Duterte implementó una agresiva campaña contra el narcotráfico que, según organizaciones de derechos humanos, llevó a la ejecución extrajudicial de miles de personas. La CPI inició una investigación en 2018 sobre posibles crímenes cometidos durante esta campaña
Tras su detención, Duterte enfrentará procedimientos legales en La Haya, sede de la CPI. Su equipo legal y su hija, la vicepresidenta Sara Duterte, han calificado el arresto como ilegal y una violación de la soberanía filipina, dado que el país se retiró de la CPI en 2019.
