Corea del Norte reabrió oficialmente sus fronteras al turismo internacional después de más de cinco años de cierre debido a la pandemia de COVID-19. Este martes, el país recibió a su primer grupo de turistas extranjeros, marcando un hito en su política de apertura gradual al mundo exterior.
El grupo, compuesto por visitantes provenientes principalmente de Rusia, fue recibido en Pyongyang, la capital norcoreana, donde se les ofreció un itinerario que incluye visitas a monumentos históricos, museos y otros sitios de interés cultural. Las autoridades norcoreanas implementaron estrictos protocolos sanitarios para garantizar la seguridad de los turistas y la población local.
La reapertura del turismo representa un paso significativo para Corea del Norte, que mantuvo una de las políticas de cierre más estrictas del mundo durante la pandemia. El país había cerrado sus fronteras en enero de 2020 y suspendió todas las actividades turísticas, lo que afectó gravemente a su economía, ya que el turismo era una de las pocas fuentes de ingresos externos.
Aunque la medida ha sido bien recibida por los operadores turísticos internacionales, algunos expertos advierten que el flujo de visitantes seguirá siendo limitado en un principio, debido a las restricciones vigentes y la falta de infraestructura turística desarrollada. Además, Corea del Norte sigue siendo un destino controvertido por su régimen político y las sanciones internacionales que enfrenta.
Esta reapertura también podría interpretarse como una señal de que el gobierno norcoreano busca reactivar su economía y mejorar su imagen en el escenario global. Sin embargo, se espera que el turismo se mantenga bajo un estricto control estatal, con visitas supervisadas y limitadas a áreas específicas del país.
La llegada de este primer grupo de turistas marca el inicio de una nueva etapa para Corea del Norte, aunque aún queda por ver cómo evolucionará esta política en los próximos meses y si atraerá a más visitantes internacionales.
