El presidente de Colombia, Gustavo Petro, declaró que no permitirá la entrada al país de aviones provenientes de Estados Unidos con ciudadanos colombianos deportados si no se les garantiza un trato digno.
“Los EE.UU. no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos. Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio. Los EE.UU. deben establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes que los recibamos nosotros”, expresó Petro en su cuenta de X.
El mandatario aseguró haber ordenado la devolución de aviones militares estadounidenses que transportaban migrantes colombianos, argumentando que “un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con dignidad”. Asimismo, exigió que los deportados sean enviados en aviones civiles, respetando los derechos humanos y la soberanía de Colombia.
La postura del presidente surge en el contexto de las políticas migratorias de Donald Trump, que han generado críticas en varios países de América Latina. En Brasil, el Gobierno denunció el uso de esposas contra ciudadanos brasileños durante vuelos de deportación, lo que llevó al ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, a exigir su retirada inmediata en una escala técnica en Manaus.
La Casa Blanca confirmó que ya han iniciado las deportaciones masivas, una de las principales promesas de campaña del expresidente Trump. Sin embargo, la implementación de estas medidas ha desatado tensiones diplomáticas y un debate sobre el respeto a los derechos humanos en los procesos de deportación.
