Después de mantener un plantón de 24 días en el Zócalo capitalino, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) decidió retirarse del lugar en lo que llamaron una “pausa estratégica” en su lucha. El retiro se dio de forma ordenada durante la madrugada, con la limpieza inmediata del espacio por parte del personal de la Ciudad de México. Sin embargo, el anuncio no fue una rendición, sino una advertencia: el magisterio dejó claro que volverá a las calles si no se cumplen sus demandas principales
Entre los puntos clave que empujaron este movimiento están la abrogación de la reforma al ISSSTE de 2007, el aumento real al salario de los docentes y la reinstalación de maestros cesados. Según líderes sindicales, no hubo avances reales en las mesas de diálogo con el gobierno federal ni con la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, a quien acusan de mantener una postura “cerrada e insensible” ante sus peticiones. A pesar del retiro, la CNTE dejó en claro que su lucha sigue activa en los estados, donde mantendrán bloqueos y manifestaciones
El desgaste interno del movimiento, el clima adverso y la falta de respuestas concretas habrían motivado esta retirada parcial. No obstante, sus voceros dijeron que el magisterio sigue unido y preparado para regresar en cuanto lo consideren necesario. El gobierno capitalino celebró la liberación del Zócalo pero evitó comentar sobre las advertencias de un nuevo plantón