En Austin y Dallas cientos de personas salieron a las calles para respaldar las protestas que se llevaron a cabo días antes en Los Ángeles, convocadas en protesta por las redadas migratorias del ICE . Lo hicieron con carteles en mano, consignas como “nadie es ilegal” y exigiendo el fin de las deportaciones.
Mientras las movilizaciones en Austin terminaron en choques con la policía —quienes usaron gas pimienta y balas de goma, además de arrestos tras declarar “asamblea ilícita”— las de Dallas tuvieron un tono similar . En contraste, Houston vivió manifestaciones pacíficas, que reflejan una división entre los focos urbanos tejano.
El gobernador Greg Abbott, cercano a Trump, respaldó la intervención policial y destacó el despliegue de autoridades federales para “hacer cumplir la ley” . Estas acciones reflejan cómo el debate migratorio estadounidense sigue polarizando tanto comunidades como gobiernos.