Durante una reunión en la Casa Blanca, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, expresó al mandatario estadounidense, Donald Trump, su disposición para colaborar en la lucha contra el crimen y el terrorismo en Estados Unidos. Bukele afirmó que, aunque El Salvador es un país pequeño, está dispuesto a ayudar en los desafíos que enfrenta EE.UU. en materia de seguridad.
En el encuentro, Bukele destacó los avances de su gobierno en la reducción de la violencia, señalando que San Salvador ha dejado de ser considerada la “capital mundial del asesinato” y que El Salvador se ha convertido en uno de los países más seguros de América Latina. El mandatario salvadoreño enfatizó que, al encarcelar a miles de delincuentes, han liberado a millones de ciudadanos.
La reunión también abordó acuerdos migratorios entre ambos países, incluyendo el uso del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador para albergar a migrantes deportados desde EE.UU. Este acuerdo ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos, que acusan a ambos gobiernos de someter a los migrantes a condiciones inhumanas y de mantenerlos incomunicados y sin defensa legal.