El 13 de febrero de 2025, Bélgica vivió una jornada de protestas masivas contra la reforma de pensiones propuesta por el nuevo gobierno, que resultó en la cancelación de 430 vuelos en el Aeropuerto de Bruselas y alteró significativamente el transporte público y los servicios postales.
Se estima que alrededor de 60,000 personas participaron en las manifestaciones en Bruselas, enfrentándose a la policía en las inmediaciones de la sede del partido liberal de centroderecha MR, miembro de la coalición gubernamental. Los manifestantes portaban pancartas con lemas como “no somos limones” y exhibían placas con frases en latín, en alusión al uso frecuente de citas latinas por parte del primer ministro Bart De Wever.
La reforma de pensiones propuesta favorece a quienes continúan trabajando después de la edad de jubilación con 35 años de cotización, mientras que los prejubilados sin los 35 años enfrentan penalizaciones. Este nuevo sistema es percibido como menos favorable para los trabajadores de ingresos bajos en comparación con el anterior, que ofrecía un pago único basado en la duración de la carrera profesional.
El gobierno de Bart De Wever, nacionalista flamenco, asumió el 3 de febrero tras ocho meses de negociaciones, formando una coalición de cinco partidos, incluyendo al socialista Vooruit. El sindicato socialista había advertido que convocaría una huelga si Vooruit se unía al gobierno predominantemente de centroderecha.