La audiencia inicial de Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha sido aplazada hasta el 31 de marzo en Estados Unidos. El proceso judicial, que estaba programado para llevarse a cabo en los próximos días, fue pospuesto por razones que no han sido detalladas por las autoridades estadounidenses. Guzmán López enfrenta cargos por narcotráfico y lavado de dinero, entre otros delitos.
El acusado, quien fue extraditado a Estados Unidos en septiembre pasado, es considerado uno de los líderes del Cártel de Sinaloa y un objetivo clave en la lucha contra el tráfico de drogas. Su captura en México, en enero de 2023, fue un operativo de alto perfil que generó enfrentamientos violentos en la región. Ahora, su caso se ha convertido en un foco de atención internacional debido a su vínculo con el crimen organizado.
El aplazamiento de la audiencia ha generado especulaciones sobre las estrategias legales que podrían estar preparando tanto la defensa como la fiscalía. Expertos en derecho penal internacional sugieren que este tipo de retrasos son comunes en casos complejos, donde se requiere tiempo adicional para revisar evidencias y preparar argumentos. “Es un caso de alto perfil que requiere un manejo cuidadoso”, señaló un analista legal.
Mientras tanto, el gobierno mexicano ha mantenido un perfil bajo respecto al caso, aunque ha reiterado su compromiso de colaborar con las autoridades estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico. La próxima audiencia, programada para finales de marzo, podría marcar el inicio de un largo proceso judicial que podría durar meses o incluso años, dependiendo de los recursos legales que se presenten.
