Cientos de argentinos se reunieron en la Plaza Constitución de Buenos Aires para rezar por la salud del papa Francisco, quien fue arzobispo de la ciudad antes de su elección como pontífice en 2013. Durante la misa, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, recordó que en esa misma plaza, el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio solía denunciar injusticias y clamar por mejores condiciones de vida para los más pobres.
El papa Francisco, de 88 años, ha estado recibiendo tratamiento en Roma por una grave infección pulmonar desde el 14 de febrero. Su estado de salud es crítico, y se encuentra recibiendo oxígeno suplementario tras una crisis respiratoria y transfusiones de sangre.
La Plaza Constitución, conocida como la “plaza de los excluidos”, ha sido un lugar emblemático donde el papa Francisco, en su rol de cardenal, se dirigía a los marginados y denunciaba la injusticia social. La misa celebrada en este sitio refleja la profunda conexión entre el pontífice y su ciudad natal, así como el apoyo de la comunidad argentina en este momento difícil.