Amnistía Internacional ha emitido un informe denunciando violaciones a los derechos humanos de migrantes detenidos en Texas, Estados Unidos. La organización señala que las condiciones en los centros de detención son inhumanas, comparables a instalaciones de tortura, con temperaturas extremas, falta de atención médica adecuada y saneamiento deficiente.
El informe destaca que muchos menores migrantes han sido detenidos por períodos prolongados, superando el límite legal de 72 horas, y que han sido separados de sus familias. Además, se documentan casos de mujeres obligadas a beber agua de inodoros y privadas de duchas durante semanas.
Estas denuncias se suman a las críticas hacia las políticas migratorias implementadas durante la administración de Donald Trump, que han sido calificadas como una crisis de derechos humanos por diversos legisladores y organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes.