La séptima oleada de misiles lanzada por Irán activó sirenas antiaéreas en Jerusalén, Tel Aviv y otras zonas del país este domingo por la madrugada. El ejército israelí confirmó que sus sistemas de defensa aérea están operativos, interceptando los proyectiles mientras su aviación contraataca objetivos en Teherán.
El primer ministro Netanyahu advirtió que Irán “pagará un alto precio” por atacar civiles, y reportó al menos siete muertos, incluidos menores, en el impacto de un misil en Bat Yam. Por su parte, Irán justificó el ataque como respuesta a bombardeos israelíes en su territorio y prometió represalias si continúan las agresiones.
No se registraron emergencias mayores —Magen David Adom no reportó llamadas por impactos adicionales—, pero el ambiente sigue tenso, con amenazas cruzadas, alerta máxima y posibilidad de incidente mayor en una región al borde de una guerra abierta.
