La detención de Ruth López, jefa de la Unidad de Anticorrupción y Justicia de la ONG Cristosal, ha generado una ola de rechazo tanto a nivel nacional como internacional. López, reconocida defensora de derechos humanos y crítica del gobierno de Nayib Bukele, fue arrestada bajo acusaciones de peculado relacionadas con su trabajo anterior como asesora.
Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han denunciado la detención como un acto de represión y han exigido su liberación inmediata. Cristosal ha señalado que López se encuentra desaparecida de forma forzada, sin acceso a su familia ni a su equipo legal.
Este arresto se suma a una serie de acciones gubernamentales contra activistas en El Salvador, incluyendo detenciones recientes y propuestas de leyes que restringen el financiamiento de ONG. La situación refleja una creciente criminalización de la disidencia y una erosión de las garantías democráticas en el país.