Este domingo, el papa León XIV celebró su misa de entronización en la Plaza de San Pedro, marcando oficialmente el inicio de su pontificado como el pontífice número 267 de la Iglesia católica. Ante 200 mil fieles y más de 150 delegaciones internacionales, hizo un llamado a una Iglesia “unida” y “misionera”, rechazando la violencia y promoviendo el amor y la reconciliación.
Durante la ceremonia, se llevó a cabo el rito de imposición del Palio y la entrega del Anillo del Pescador, símbolos litúrgicos del pontificado. León XIV expresó su esperanza de que Ucrania logre una “paz justa y duradera”, y se reunió con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski más tarde ese mismo día.
El nuevo papa, conocido por su enfoque pastoral moderno y comprometido, ha mostrado una intención de mantener una diplomacia activa, reflejada en sus encuentros con líderes internacionales. Su pontificado se perfila como extenso y conciliador, marcando un hito histórico en la continuidad de la Iglesia católica.