Donald Trump descartó públicamente buscar un tercer mandato presidencial en Estados Unidos, asegurando que respeta los límites constitucionales. En su lugar, señaló a los senadores J.D. Vance y Marco Rubio como posibles sucesores del movimiento político que encabeza.
Durante un mitin, Trump dijo confiar en que alguno de ellos podría continuar con su visión conservadora y nacionalista. La mención ha sido vista como un guiño estratégico hacia la base republicana de cara al futuro del partido.
Aunque la ley impide un tercer mandato consecutivo, las declaraciones de Trump refuerzan su influencia dentro del Partido Republicano y marcan la pauta para la sucesión política si no obtiene la nominación o resulta electo en 2024.