La economía de Estados Unidos se contrajo un 0.3% en el primer trimestre de 2025, marcando la primera caída desde 2022. Este descenso se atribuye principalmente a un aumento en las importaciones y una desaceleración en el gasto de los consumidores, en medio de la incertidumbre generada por los nuevos aranceles impuestos por la administración Trump.
El crecimiento de las importaciones, que se dispararon un 41.3% anualizado, se debió en gran parte a la anticipación de posibles nuevos aranceles. Mientras tanto, las exportaciones apenas subieron un 1.8%, afectando negativamente al comercio neto que restó más de cinco puntos al PIB.
En respuesta a estos datos, el presidente Trump negó responsabilidad y culpó a su antecesor, Joe Biden, por la situación económica. Wall Street reaccionó negativamente, con fuertes caídas en todos los sectores, destacando el Nasdaq con una pérdida del 2.4%.