Durante la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en Honduras, varios mandatarios expresaron su enérgico rechazo a las recientes políticas migratorias implementadas por el gobierno de Estados Unidos, que incluyen deportaciones masivas y el encarcelamiento de migrantes en países como El Salvador.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, comparó la situación de los migrantes deportados y esposados desde Estados Unidos con la trata de esclavos africanos durante la colonización, señalando que la migración es consecuencia de desigualdades geográficas y crisis climáticas. La presidenta hondureña, Xiomara Castro, anfitriona de la cumbre, destacó que los jóvenes latinoamericanos, en busca del “sueño americano”, están siendo deportados masivamente, y abogó por el respeto a la CELAC como una zona de paz.
Por su parte, el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, no solo criticó las deportaciones y encarcelamientos de migrantes en El Salvador, sino que también recordó que algunos son enviados a la base naval de Guantánamo. El presidente boliviano, Luis Arce, denunció la criminalización de la migración y la aplicación de políticas que fomentan deportaciones masivas y tratos inhumanos hacia los migrantes, prácticas que, según él, vulneran derechos fundamentales.